Los que me conocéis, sabéis que, tanto a mi marido como a mí, nos encanta disfrutar de la naturaleza, subir a una montaña, adentrarnos en un bosque…

Después de una temporada en “modo off”, hemos retomado nuestra costumbre… El pasado fin de semana, nos acercamos hasta Lizarrusti . La idea era disfrutar de los colores del otoño; sin embargo, el bosque no estaba “en su punto”. A pesar de ello, disfrutamos, igualmente, de todos sus detalles, luces y sombras.